Damos inicio a la publicación de una serie de noticias relativas a Millares y que han sido publicadas por diversos periódicos, tanto de ámbito cercano a nosotros como de ámbito nacional. La temática de estas noticias es muy variada, van desde asuntos de la vida política como a los sucesos, desde la crónica curiosa hasta el detalle de las epidemias.

Confío plenamente en que el contenido de las diferentes entregas que tengo previsto poner en esta sección despertará el interés de los lectores.

 

ENTREGA 1

LA TRIBUNA. Valencia, domingo 26 de enero de 1840. NÚM. 15. Página 4

ELECCIONES

Posterior al último resultado que hemos presentado de las elecciones de la provincia de Valencia, se ha recibido el del distrito de Ayora en los cinco días de elección, y es como sigue:

         1er Distrito:

Ayora: 37

Teresa y Zarra: 96

          2º Distrito:

Jarafuel, Cofrentes, Cortes, Millares: 115

Jalance(1): 13

  1. Este pueblo fue en el que el patriota D. Vicente Bru, otro de los candidatos por el Progreso, comandante de la Milicia Nacional, descubrió hace poco una conspiración.

Nota: En otro número de este mismo periódico se explica que la conspiración descubierta por Bru, a la que se alude en la noticia,  pretendía entregar el fuerte de Jalance a las fuerzas conservadoras del partido moderado.

 

LA TRIBUNA. Valencia, domingo 16 de febrero de 1840. NÚM. 35. Página 4

REMITIDO

Sr. Editor de La Tribuna

Al que lo es del Diario Mercantil, dice este ayuntamiento con esta fecha lo que sigue: Puesto que V. hizo insertar en su periódico número 28, correspondiente al 28 de enero último, un comunicado suscrito por D. Miguel Mínguez, en el que entre otras calumnias contra D. Vicente Bru estampaba la de que este ejercía en el pueblo de Ayora un bajalato y que lo quería sujetar todo a su cetro de hierro, no se desdeñará en mandar insertar estas cuatro líneas cuyo objeto es declarar: que el ayuntamiento de Millares tiene por calumnioso el artículo de Mínguez; que la conducta de Bru, como comandante militar, como comandante de la milicia nacional y como particular, ha sido arreglada á las leyes, que con ella se ha grangeado[sic] la general estimación de todos los habitantes de este partido, menos la del Sr. Mínguez, y algún pariente suyo iniciado en la misma causa de que el mismo habla, cuya escepción[sic] denigra tanto a estos, cuanto hace resaltar más el mérito de aquel. Si la corporación que suscribe tiene la satisfacción de ver impreso en el Diario Mercantil este artículo, se considera reconocido el favor que con ello dispensará su editor á quien desea prosperidad.

Y para que esta manifestación espontánea  del ayuntamiento que la hace adquiera mayor publicidad, la transmite á V. suplicándole tenga la dignación de darle entrada en las columnas de su apreciable periódico á cuya fineza quedará sumamente agradecida esta municipalidad. –Millares 4 de febrero de 1840.- José Carbó, regidor primero. Por mandato de los Sres. que no saben firmar: Miguel Carbó, secretario.

 

LA ESPAÑA. Madrid. Sábado, 28 de mayo de 1864. AÑO XVII. NÚM. 5462. Pág.1

INTERIOR

Aunque ya hemos publicado en LA ESPAÑA la noticia del horrible crimen cometido en Ayora [dato erróneo, ya que debe decir Millares], creemos deber transcribir á nuestras columnas la siguiente carta que hemos recibido de uno de nuestros más antiguos é ilustrados suscritores (sic) de provincias:

Señor Director del periódico LA ESPAÑA:

Muy Señor mío: Ignoro si las siguientes líneas tendrán la honra de ocupar un espacio en su ilustrado periódico, órgano siempre fiel del verdadero partido moderado, que ha sido, es y será centinela en el más avanzado de los intereses morales de nuestra patria. Mi objetivo no es otro que el llamar la atención del ilustrado gobierno de S. M. [ocupaba el trono Isabel II] sobre la alarmante frecuencia con que se cometen ciertos crímenes en nuestro país, y rogarle procure remediar en cuanto sea posible el mal.

Fervor que le agradecerá su seguro servidor Q.S.M.B.

L. M. O.

Habiendo tenido que morar el que esto escribe en un pueblo no lejos del de Millares, provincia de Valencia, juzgado de Ayora, ha sido testigo del pánico y terror que se ha apoderado de los pacíficos vecinos del pueblo de Millares, donde el día 12 de este, el drama siguiente se representó.

Parece que un pobre hombre se encontraba con un hijo suyo de unos nueve años en el monte término de Millares, ocupado en una carbonera, cuando una mano aleve le disparó un tiro por la espalda que lo dejó cadáver; la desgraciada criatura que se encontraba no lejos de su padre, viendo a este caer herido, echó á correr espantado, pero el infame asesino le persiguió, le dio alcance y sin respeto a su corta edad lo mató, valiéndose según se dice de un podón; inmediatamente que de tales hechos tuvo conocimiento el digno señor Carríón, juez del partido, dispuso la traslación del juzgado al referido pueblo de Millares, distante de Ayora 11 horas, y recorriendo el escabroso terreno de Cortes y Millares, instruyó el sumario, y merced á su celo secundado por el escribano y demás funcionarios, ha reducido á prisión á dos personas de quienes se dice que son los autores de tan bárbaro atentado. Llamamos pues la atención del gobierno de S. M. hacia la frecuencia con que se repiten en nuestro país hechos tan punibles como el de que nos vamos ocupando, y á la par que le suplicamos premie el celo de sus funcionarios, esperamos que dispondrá algunas de las medidas que su ilustración le dicte para evitar se repitan crímenes tan horrendos como el que tiene sumidos en el espanto a los habitantes del juzgado de Ayora.

Villamalea y mayo de 1864.

 

LA ÉPOCA. Madrid. Martes, 31 de mayo de 1864. NÚM. 4970. Pág. 4

Podemos dar algunos detalles sobre el horrible crimen cometido en Ayora [mismo error que en el anterior periódico]. Parece que un hombre se encontraba con un hijo suyo, de unos nueve años, en el monte término de Millares, ocupado en una carbonera, cuando le dispararon un tiro que lo dejó cadáver; la desgraciada criatura, que se encontraba no lejos de su padre, echó á correr espantado, pero el asesino le persiguió, le dio alcance y lo mató, valiéndose, según se dice, de un podón; inmediatamente que de tales hechos tuvo conocimiento el Sr. Carrión, juez del partido, dispuso la traslación del juzgado al referido pueblo de Millares, instruyó el sumario, y merced á su celo ha reducido á prisión á dos personas de quienes se dice que son los autores de tan bárbaro atentado.

Nota: Consultado el Archivo Parroquial de Millares he encontrado datos para poder identificar a ambas víctimas; se trataba de Ramón Sáez Lorente (casado con Josefa Pérez Carbó) y de su hijo Ramón Sáez Pérez, cuyo cadáver apareció en el interior de una sima y fue enterrado en Millares el día 10 de ese mismo mes de mayo. Por otro lado, según figura en el apunte de defunción del niño, su padre fue enterrado (supongo que por orden del juzgado de Ayora) en el cementerio de Otonel.

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