Me he tomado la licencia de alterar el orden cronológico que hasta ahora venía siguiendo en la publicación de noticias antiguas en esta sección, para poder incorporar la primera de las que hoy presento.

El texto de la noticia que comento me ha llegado en una fotocopia del diario LAS PROVINCIAS por gentileza de Hena Lorente Sáez, nieta de más edad del capitán de Infantería, don Vicente Lorente Sáez, natural de Millares, el cual intervino en la Guerra del Rif, en Marruecos; guerra que dio comienzo en el año 1921 y que finalizó en el mes de mayo del año 1927. Curiosamente, y para celebrar el final de la contienda, una parte del ejército español que combatió en Marruecos eligió Millares para tal fin.

Fueron miles los soldados españoles que perdieron la vida en esta cruenta guerra, por lo que no es de extrañar la enardecida alegría de la población civil al finalizar las acciones bélicas en el norte de África.

Todo un detalle el del capitán Lorente que se desplazó, desde su lugar de acuartelamiento, con parte de la tropa bajo su mando a celebrar el final de dicha guerra hasta su pueblo natal, y compartir unas jornadas con sus familiares y paisanos.

Me comentó Hena, la nieta del capitán, que ella había recibido esta fotocopia del periódico citado a través de otro de nuestros paisanos, Vicente J. Galdón Pérez, hace ya un tiempo. Para mí ha supuesto una inmensa alegría tener conocimiento de estos hechos y, por ello, he decidido compartirlos con los lectores de esta sección de la página web municipal.

Por supuesto que no puedo dejar de expresar mi más sincero agradecimiento a estas dos personas, a Hena por facilitarme la fotocopia, y a Vicente J. por rescatar este excepcional documento de nuestra historia local. Muchísimas gracias a ambos.

Tras la inclusión de esta “nueva noticia” continuaré con otro puñado de noticias antiguas, las cuales forman parte de la presente entrega.

 

LAS PROVINCIAS. Sábado, 22 de octubre de 1927. Página 2

DESDE MILLARES

FIESTA DE LA PAZ

La Corporación Municipal de Millares acordó celebrar el feliz término de la campaña de Marruecos con los siguientes festejos patrióticos:

Día 17.- Los cuarenta y siete soldados vestidos con sus correspondientes uniformes y en correcta formación, presididos por el digno Ayuntamiento, juez, maestro, cura y don Vicente Lorente Sáez, capitán del Ejército, se dirigieron al templo, en donde se celebró con solemnidad el santo oficio de la misa y se cantó un solemne “Te Deum”, terminado el cual habló el celoso y culto cura con referencia a la fiesta, empleando frases apocalípticas para España.

Luego en el Ayuntamiento se obsequió a los soldados con cigarros y licores; y a las dos de la tarde se les sirvió una paella, puros, vinos y licores, reinando durante ella la mejor armonía y entusiasmo.

Por la noche, solemne procesión en honor al Santísimo Cristo de la Salud, cuyas andas eran llevadas por soldados de África.

Después del acto religioso se cantó la “Canción del soldado” por las calles del pueblo, y al medio día los niños de la escuela recibieron con aplausos y vítores a los soldados y autoridades, y canciones dentro del local de dichas escuelas y al son de la Marcha Real, se sacó la bandera y se cantó la “Canción del soldado”, finalizándose dicho acto con vivas a España, al Ejército y al Rey.

Luego comida suculenta, en la cual la alegría no decayó ni un momento, solemnizando dichas fiestas con pasacalles con instrumentos de cuerda y cantos regionales y patrióticos, finalizando al anochecer con los vivas de reglamento dados por el capitán y contestados por un millar de voces.

El alcalde don José Sáez Pérez y el señor don Vicente Lorente, capitán del Ejército, han merecido muchas felicitaciones por la organización de estas fiestas.

 

Aunque en esta ocasión no vamos a transcribir ninguna noticia relativa a Millares aparecida en la prensa escrita, hemos creído conveniente divulgar el contenido de un artículo aparecido en un medio de comunicación y que refleja las impresiones de un ilustre visitante de nuestro pueblo y sus alrededores.

 

VALENCIA ATRACCIÓN. Núm. 33. Febrero de 1946

La “comarca” de Dos aguas, por Vicente Badía

Millares es otro macizo montañoso, situado a la derecha del Júcar, y puede considerarse su término de 140’75 [sic] kilómetros cuadrados (para 1 466 habitantes) como una iniciación de la subida a la imponente Muela de Cortes.

Las vertientes de Millares dan sus aguas al Júcar, directamente o mediante el río Escalona, al que van a parar mediante barrancadas que parecen cortadas a pico y en las cuales suelen despeñarse las cabras monteses al huir de los cazadores.

Es uno de los pocos parajes del territorio nacional en que suelen verse ejemplares de esta “capra hispánica” y en el que abundan los gatos monteses, que en nuestras tierras reciben  el nombre de “gats cervals”. Abundan también liebres, conejos, perdices, lobos, zorros, tejones, etc.

Junto a un cerro en cuya cumbre se ven los restos de un castillo medieval existe su caserío de Cavas. En otros parajes, los de Canillas y Cuarentena. Pero el caserío más importante es el que se ha formado a base del Salto de Hidroeléctrica, a cuyo servicio se congrega poco más de un centenar de habitantes.

La vida económica de la población es muy similar a la de Dos Aguas y Cortes. Es muy intenso el comercio de lana y la producción doméstica de lo que allí llaman “alborgas”, y que son unas alpargatas de esparto que gozan de gran estimación en los mercados a donde las llevan.

Su nomenclatura toponímica es interesante: el Sabinat [Sabinar], Seca, Pileta, Canillas (ramblas), las Donas, Fuentecicas, Blanca, Pantano, Nacimiento (fuentes), los Tejones, las Palomas, las Donas, Tosca, Maravillas [¿?] (cuevas), notabilísimas estas y muy dignas de ser visitadas.

NOTA: Texto extraído del Boletín mensual editado por Miguel Aparici Navarro.

 

Revista IBÉRICA. Barcelona, 1 de febrero de 1954. Pág. 102

Instalaciones de la Sociedad Hidroeléctrica Española. Por Ignacio Puig, S.I.

(…) “Al tratar de continuar las obras para completar el proyectado Salto de Dos Aguas, se examinaron las ventajas e inconvenientes que podría ofrecer la prolongación del sifón y el canal, según el proyecto presentado, comparándolo con los que se obtendrían mediante el establecimiento de una nueva presa aguas abajo del Salto de Cortes de Pallás [que conocimos, hasta su desmantelamiento con el nombre de Rambla Seca]. Pero el peligro de que una avería en el primer tramo del canal dejaría fuera de servicio las dos centrales, y la conveniencia de construir el canal por la otra margen [por la margen derecha] del río Júcar como consecuencia del estudio detenido del terreno, fueron las principales razones que decidieron a la “Hidroeléctrica” a adoptar como definitiva y de servicio permanente la central de Cortes de Pallás y construir aguas abajo una nueva presa con la central correspondiente, que se llamará de Millares, no obstante el mayor costo de esta solución, por tener que ir en túnel el recorrido del canal”. (…)

[Aclaremos que el proyecto inicial tenía previsto tomar las aguas del Júcar en Cofrentes, unos cien metros después de la confluencia de este río con el Cabriel. Desde aquí se conduciría el agua desviada mediante un canal, casi todo él a cielo abierto, por la margen derecha, primero, pasando a la margen izquierda, mediante viaducto después, para llevar este caudal de agua hasta una central subterránea que se ubicaría en el término de Dos Aguas, y que restituiría las aguas de nuevo al Júcar en el barranco de Falón. Los pros y los contras, y la decisión final adoptada han quedado expuestos más arriba.]

(…) “Con respecto al Salto de Millares, la Hidroeléctrica Española, después de haberse decidido a la construcción de un nuevo salto, en vez de la prolongación del antiguo de Cortes, procedió al emplazamiento de la presa, tomando como base el examen geológico de los terrenos de ambas márgenes verificado por el ingeniero de minas don Primitivo Hernández Sampelayo.

El Júcar, en casi todo el trayecto comprendido entre la presa del Salto de Cortes de Pallás en Cofrentes y el lugar de emplazamiento de la del Salto de Millares, parecía correr lamiendo una falla geológica en la margen izquierda, pero al abrirse nuevas sendas y caminos se conoció mejor el recorrido de esa falla, y se encontró que, a unos 1800 metros aguas abajo del desagüe del Salto de Cortes de Pallás, presentaban ambas márgenes una disposición favorable para cimentar una presa de altura. Sin embargo, no se construyó semejante presa porque esto hubiera requerido examinar bien todo el vaso del embalse y corregir los defectos de impermeabilidad si las aguas hubieran rebasado la falla indicada. [Recordemos los problemas de filtraciones surgidos en el embalse de Cortes II, una vez se procedió a su llenado para la puesta en servicio de la central a pie de presa que allí se construyó]. Por eso se desistió de una presa de altura y se procedió a la construcción de una simple presa de derivación de solo 16 metros de altura, que no afectase al Salto de Cortes y no ofreciese peligro de fugas en el vaso. El embalse total útil ha resultado ser de 400 000 metros cúbicos. El canal de derivación tiene una longitud de 17 kilómetros y una capacidad de 55 metros cúbicos de agua por segundo. Todo él va en túnel y por la margen derecha, hasta el salto llamado de Millares, por hallarse en el término municipal de este pueblo.

El Júcar, al igual que entre Cofrentes y el Salto de Cortes de Pallás, corre también en este segundo trayecto que va desde este último salto al de Millares por el fondo de un verdadero cañón con las laderas muy abruptas. Por esto resultó difícil hallar el lugar apropiado para el emplazamiento del salto con la central correspondiente. El salto resulta ser de 141 metros y la potencia de 80 400 Kw, producida por tres generadores [fabricados por General Electric] de 20 000 Kw cada uno, y un cuarto generador [de la empresa suiza Brown-Boveri] de 20 400 Kw”. (…).

[En el año 1998, la presa, parte del canal subterráneo y la central de Millares quedaron fuera de servicio, al entrar en explotación el embalse de El Naranjero, por un lado, y por la elevación de la altura de la pared de la presa de Tous, aguas debajo de Millares, por otro lado. La central pasó de ser en superficie a estar ubicada en una caverna excavada a pocos metros del emplazamiento primitivo; el canal, por su parte, vio reducida su longitud, puesto que ahora toma las aguas del Naranjero. El total de grupos alternadores se ha reducido de cuatro a dos, y con ello también su potencia, pues ahora es de 68 000 Kw.]   

 

 

CIRCULAR MENSUAL. PARROQUIA DE ENGUERA. Octubre 1957

El día 9 de febrero tomó posesión de la Parroquia de Millares el sacerdote de Enguera, Reverendo D. Antonio Marín Gómez, que acudió acompañado por el Señor Arcipreste, el Señor Alcalde, familiares y amigos. Tuvo un recibimiento cordialísimo. En el emotivo acto de toma de posesión, el nuevo Cura dirigió unas sentidas palabras a sus nuevos feligreses. El grupo de enguerinos marchó después del acto a visitar el magnífico Salto de Millares, siendo atendido por el personal de la empresa que mostró las modernísimas instalaciones de la central eléctrica.

 

 

 

Para finalizar la presente entrega, traigo a esta sección la noticia del luctuoso accidente sufrido por el autobús de línea en las proximidades del Salto de Millares.

 

A B C. Madrid, 21 de mayo de 1958. Edición de la mañana

SE DESPEÑA UN AUTOBÚS CERCA DE MILLARES Y RESULTAN MUERTOS SUS TRES OCUPANTES

Valencia 20. Noticias del pueblo de Millares dan cuenta de que en aquel término municipal, y en el lugar denominado “El Vertedero”, volcó un autobús que hace el servicio entre el Salto de Millares y Valencia, resultando muertos sus tres ocupantes: el conductor, Pedro Manzano, de veintisiete años, y los dos únicos viajeros, el matrimonio compuesto por María Navarro Sarrión [sic], de cincuenta y un años, y su esposo, cuyo nombre, de momento, se desconoce.

El vehículo, de matrícula de Valencia, que efectúa el viaje en días alternos, había salido con dirección a esta capital, del poblado de Millares, en el que la Hidroeléctrica posee un Salto. No llevaba más que a dichos pasajeros cuando, escasamente a unos seis kilómetros de la salida [dato erróneo], después de atravesar el segundo túnel, enclavado en lo más alto de la pendiente, se caló, al parecer, el motor del autobús, que inició la marcha hacia atrás. Aún dio tiempo al cobrador del vehículo para apearse y tratar, precipitadamente, de contener con piedras el descenso, pero no lo pudo evitar, quizá porque tampoco respondieran los frenos, y el autobús se precipitó por el despeñadero, a una altura de cerca de 200 metros, dando varias vueltas de campana.- Mencheta.

NOTAS: A todos aquellos que vivíamos en el Salto de Millares, este trágico accidente del “correo” (así llamábamos a este medio de transporte) nos marcó nuestras vidas; especialmente a tres trabajadores de la central, quienes al finalizar el turno de la noche de regreso a sus domicilios, fueron testigos directos del momento en que el autobús desaparecía en la última curva visible desde el poblado de viviendas y, al instante, lo vieron retroceder marcha atrás y despeñarse por el precipicio. Fueron los que dieron la voz de alarma al resto de vecinos, aunque algunos ya habían salido de sus casas al escuchar el estruendo de hierros y piedras ocasionado por el accidente.

Respecto a la distancia recorrida por el vehículo hasta el lugar del accidente, hay que aclarar que fue de algo menos de los dos kilómetros y no los seis que aparecen reflejados en el texto de la noticia.

Las identidades exactas de los fallecidos eran: el conductor, Pedro Manzano Ruiz, de 27 años de edad y natural de Valencia; la mujer, María Navarro Carrión, natural del vecino pueblo de Dos Aguas; y su marido, Ángel Pardo Lafuente, de 64 años y natural de Cofrentes. Este matrimonio había estado pasando unos días en casa de su hijo, que era empleado de la central hidroeléctrica.

Aunque la noticia aparece publicada en este periódico de Madrid con fecha 21 de mayo, el accidente ocurrió poco después de las seis de la mañana del día 20 de dicho mes.

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